Breves ensayos fotográficos, que ponen énfasis en artesanos y campesinos, su conciencia en los materiales y sus procesos; así como en las propiedades estéticas de los elementos naturales transformados por la destreza de estos trabajadores anónimos quienes con templanza utilizan las manos y herramienta básica, preservando oficios antiguos que se contraponen a la automatización, aceleración y acumulación de los procesos de producción industriales.
Se trata de la documentación de los talleres artesanales y sus entornos, resaltando su factor de cohesión social mediante rituales de trabajo, coreografías de movimiento y gestos de repetición donde el tiempo es cíclico. Ahí donde se pone en práctica la herencia histórica de conocimiento, dando lugar a formas alternas de organización y subjetivación del trabajo. Es en estas formas arcaicas de producción que nos remiten a los orígenes, a lo más básico y esencial del trabajo, que los conceptos de tiempo y realidad se perciben de maneras distintas, divergentes, ajenas a la norma occidental urbana.